Por María Tesías
Andaba buscando queso fresco tipo Burgos por las tiendas. Se me ocurrió preguntar al tendero ¿qué característica especial tiene este tipo de queso? Me contestó que tiene una gran cantidad de suero.
Aquello me hizo pensar en el queso de Kéfir que nosotros hacemos. Si en lugar de apretarlo para que escurra todo el suero le dejo un poco, tal vez pudiera conseguir una textura más suave y jugosa.
Así, me puse a experimentar y encontré que la textura sin escurrir quedaba más cremosa.
Luego le añadí orégano porque es el sabor que más me agrada.
De este modo he obtenido un queso casero, y bajo en calorías porque lo hago a partir de leche desnatada. Lo uso para untarlo, o metido en una loncha de jamón de york enrollado; acompañando una loncha de salmón ahumado, etc. La imaginación es libre y del gusto, dicen que para él se hicieron los colores.
Queso cremoso de Kéfir con Jamón de York!!