Por María Ángeles Lozano
Un sencillo y saludable plato con sabores muy marroquíes como el jengibre, el pimentón, el comino y el perejil. Lo acompañamos de pan árabe, aunque el arroz hervido también es buena opción. En principio es para 2, pero ya se sabe que donde comen dos, comen tres 😉
• 500 g de judías verdes redondas
• 3-4 tomates maduros. Yo prefiero los de pera.
• 3 dientes de ajo
• 1/2 cebolla
• 1 trocito de jengibre fresco o 1 cucharadita de en polvo
• 1 puñadito de perejil picado
• 1 chorrito de zumo de limón
• Comino en polvo, pimentón dulce/picante, sal y pimienta negra
• Aceite de oliva
• Opcional: 2 cucharadas de tomate concentrado, azúcar.
La preparación:
1. Despuntamos las judías y las cortamos por la mitad si son muy largas.
2. Las cocemos durante 30 minutos.
3. Mientras tanto, preparamos las verduras. Retiramos la parte donde el tomate se unía a la planta y pelamos la cebolla, el ajo y el jengibre.
4. A continuación lo rallamos todo o, mucho más fácil, trituramos o batimos. Yo añadí 2 cucharadas de puré de tomate porque quería acabarlo.
5. Calentamos 2 cucharadas de aceite en una cazuela y añadimos el tomate triturado con la cebolla, el ajo y el jengibre. Añadimos las especias y el limón y le damos unas vueltas.
6. Pasada la media hora de cocción de las judías, las escurrimos y las añadimos al cazo de la salsa.
7. Añadimos un vaso de agua y lo dejamos cocer a fuego medio-alto durante 30 minutos. Podemos taparlo, pero si vemos que no reduce lo suficiente, hacia el final de la cocción, destapamos. Habrá que probar de sabor también por si hubiera que rectificar de acidez con azúcar o de cualquier otra cosa. Servimos ¡y a comer!