Menús escolares saludables: Nutrir cuerpo y mente

Ahora que se acerca el comienzo de un nuevo curso escolar, queremos aprovechar para dejar algunas reflexiones sobre qué debemos entender como menús escolares saludables. El principal objetivo de estos es que puedan nutrir el cuerpo y la mente de estudiantes… y de los profesores también, ¿no?. Vamos a ello.

¿Qué nos ayuda a tener un buen día en la escuela?

Sin duda la respuesta es: ¡Un menú saludable! Los niños necesitan alimentos nutritivos para mantenerse enfocados y con energía durante todo el día. Pero a menudo, los menús escolares pueden resultar poco saludables, llenos de alimentos procesados y azúcares refinados.

¿Por qué es importante un tener un menú saludable?

Tanto el desayuno como el almuerzo son las comidas más importantes del día. Proporcionan a los niños la energía y los nutrientes que necesitan para estar atentos y enfocados durante toda la jornada escolar. Un menú saludable también puede mejorar el estado de ánimo, aumentar la concentración y mejorar la capacidad de aprendizaje. Desafortunadamente, muchos menús no cumplen con los requisitos nutricionales recomendados. Es por eso que es importante también complementar adecuadamente la dieta en casa.

Evaluación y mejora de los menús escolares

Las últimas estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Educación han revelado que durante en torno al 40% de los niños en edades comprendidas entre los 3 y 16 años realizan sus comidas en los comedores escolares. Pero, ¿realmente están recibiendo estos niños una alimentación saludable y equilibrada?

Aprovecharemos también este artículo para entrar en cómo los padres pueden evaluar el menú escolar de sus hijos. Describiremos las características de una alimentación adecuada y pondremos sobre la mesa algunas directrices esenciales para fomentar una alimentación más saludable entre los niños.

Requisitos esenciales para los comedores escolares

El gasto económico que las familias destinan a los comedores escolares es cada vez más relevante. Por esta razón, es crucial que los padres soliciten a las instituciones escolares o al servicio de comedor (si es externo) que se cumplan los siguientes criterios:

Basado en la dieta mediterránea: 

Los menús escolares deben fundamentarse en la dieta mediterránea y contar con la supervisión de dietistas-nutricionistas para asegurar el equilibrio nutricional.

Consideración de alergias e intolerancias: 

Deben tener en cuenta las alergias e intolerancias alimentarias, ofreciendo alternativas dietéticas para niños que sigan una alimentación vegana o tengan restricciones culturales o religiosas.

    Fomento de alimentos frescos y locales: 

    Deben priorizar el consumo de alimentos frescos, de temporada y de proximidad. La inclusión de productos eco también es recomendable para favorecer la sostenibilidad socioambiental.

    Cumplimiento de normas higiénico-sanitarias: 

    Se requiere la estricta observación de normas higiénico-sanitarias para garantizar la seguridad tanto en la preparación como en el servicio de los alimentos.

    Facilitar el menú mensual: 

    Es esencial que las instituciones escolares proporcionen el menú mensual a los padres para que puedan planificar las demás comidas en el hogar y asegurar una alimentación equilibrada.

    Diseño de menús escolares saludables

    Un menú escolar debe contribuir aproximadamente al 35% de la ingesta diaria total de energía y garantizar no solo la provisión de todos los nutrientes esenciales para el desarrollo y funcionamiento corporal de los niños, sino también fomentar hábitos alimentarios saludables.

    Además, es necesario tener en cuenta la edad y el género de los niños, ajustando las porciones según sus necesidades individuales.

    Estructura del menú escolar

    Un menú escolar equilibrado debe incluir tres platos principales: primer plato, segundo plato y postre, junto con pan y agua. A continuación, presentamos la estructura esencial:

    • Primer Plato: Debe contener verduras, ensaladas o hidratos de carbono (como patatas, pasta, arroz, legumbres y cereales) como base o guarnición del segundo plato.
    • Segundo Plato: Debe alternar equitativamente entre carne y pescado, además de incluir huevos una o dos veces, acompañados por una guarnición similar a la mencionada anteriormente.
    • Postre: Se debe enfocar en fomentar el consumo de frutas frescas, crudas y de temporada, con un mínimo de 4 porciones semanales. Ocasionalmente, se pueden ofrecer lácteos naturales como yogur, cuajada, queso batido o requesón.

    Directrices para una alimentación saludable

    Lograr un menú escolar saludable va más allá de seguir una estructura específica. También es importante implementar pautas alimentarias adecuadas y saludables:

    • Variedad en el menú: La clave radica en ofrecer a los niños una diversidad de alimentos, técnicas culinarias y recetas.
    • Aumento del consumo de pescado: Es esencial que los niños consuman pescado al menos dos veces por semana, ¡mejor aún si son tres! Es fundamental evitar preparaciones poco saludables como buñuelos, pececitos o barritas, y en su lugar optar por opciones más saludables.
    • Reducción de carne procesada: Se recomienda disminuir el consumo de carne procesada, como hamburguesas, salchichas, albóndigas y embutidos. Es preferible optar por carnes blancas como pollo, pavo y conejo, así como partes magras de ternera y cerdo. Se debe limitar el consumo de carne a un máximo de dos veces por semana.
    • Inclusión de legumbres: Las legumbres deben formar parte de los menús escolares una o dos veces por semana. Variar entre diferentes tipos de legumbres (lentejas, garbanzos, alubias, guisantes) y métodos de preparación (potaje, cremas, ensaladas, hamburguesas) es esencial.
    • Explorar nuevos alimentos: Se recomienda introducir variedades menos comunes de cereales, como quinoa, cuscús y mijo, en lugar de limitarse a opciones tradicionales como macarrones. También se puede fomentar el consumo de alimentos integrales, como arroz integral o pasta integral, así como pan integral.
    • Reducir los alimentos fritos: Es importante limitar el consumo de alimentos precocinados y fritos, como croquetas, empanadillas y nuggets, a un máximo de dos veces al mes. Se debe dar preferencia al uso de aceite de oliva en la preparación.

    Involucrar a toda la comunidad en los menús escolares saludables

    Tanto los padres como el entorno escolar desempeñan un papel crucial en la promoción de hábitos alimentarios saludables y la educación nutricional adecuada. La responsabilidad recae tanto en las instituciones escolares y los servicios de comedor para ofrecer menús más saludables, como en los padres para garantizar la calidad de las comidas y convertirlas en una parte integral de la alimentación de sus hijos, respaldada por la práctica diaria de actividad física.

    ¿Qué alimentos evitar tanto en casa cómo en un menú escolar?

    Al preparar cualquier comida para tus hijos es importante evitar ciertos alimentos que pueden ser perjudiciales para su salud y bienestar. Aquí hay algunos alimentos que hay que evitar incluir en su dieta escolar:

    Comida rápida

    Los alimentos de comida rápida, como hamburguesas, patatas fritas y pizza, son altos en grasas saturadas, sodio y calorías vacías. Estos alimentos pueden contribuir a la obesidad infantil, enfermedades cardíacas y otros problemas de salud a largo plazo.

    Bebidas azucaradas

    Las bebidas azucaradas, como los refrescos y los zumos de frutas procesados, contienen una gran cantidad de azúcar refinado. El consumo excesivo de azúcar puede contribuir a la obesidad, la diabetes tipo 2 y otros problemas de salud.

    Dulces y golosinas

    Los dulces y las golosinas son altos en calorías y azúcar, pero bajos en nutrientes. Estos alimentos no proporcionan el combustible necesario para mantener a tu hijo concentrado y con energía durante todo el día escolar.

    Alimentos procesados

    Los alimentos procesados, como las barras de cereales y las galletas, a menudo contienen aditivos artificiales, conservantes y azúcar refinada. Estos alimentos pueden contribuir a asentar problemas de salud a largo plazo.

    En lugar de estos alimentos, trata de incluir opciones más saludables como frutas y verduras frescas, carnes magras, granos enteros y lácteos naturales y ecológicos. Esto asegurará que tu hijo tenga suficientes nutrientes para mantenerse saludable y concentrado durante todo el día.

    ¿Qué pasa si a mi hijo no le gusta algo que preparo en casa y se va a llevar al cole ?

    Es común que los niños sean quisquillosos con los alimentos, y es posible que a tu hijo no le guste algo que hayas preparado. Aquí hay algunas cosas que puede hacer si tu hijo no le gusta algo en su menú:

    Intenta diferentes opciones

    Si a tu hijo no le gusta una opción en particular, intenta reemplazarla con algo diferente o complementaria. Por ejemplo, si no les gusta la zanahoria cruda, pruebe cocinarlas un poco o darles un corte diferente.

    Trata de presentar los alimentos de una manera diferente

    A veces, la presentación puede ser la clave. Trata de presentar los alimentos de una manera diferente, como cortar frutas y verduras en formas divertidas o hacer un bocadillo de aspecto atractivo.

    Involucra a tu hijo en la preparación de su menú

    Involucrar a tu hijo en la preparación de su almuerzo puede hacer que estén más dispuestos a probar nuevas opciones. Permítele elegir algunos ingredientes o aderezos y hazle saber que su opinión es importante.

    Ofrece opciones saludables y variadas

    Asegúrate de ofrecer una variedad de opciones saludables en el almuerzo o desayuno de tu hijo, incluyendo frutas, verduras, proteínas y cereales integrales. De esta manera, si no les gusta algo en particular, todavía tendrán otras opciones saludables.

    Recuerda, ser paciente y seguir ofreciendo opciones saludables es la clave para ayudar a tu hijo a desarrollar hábitos alimenticios saludables a largo plazo.

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